lunes, 25 de octubre de 2010

Cantos II, III, IV, V, VI, VII y VIII de la Odisea

Alejandro e Iris nos han mostrado hoy los tres primeros cantos de la Odisea que, en resumen, dicen así:

Canto II:
Telémaco echó a los pretendientes de su casa. Antínoo y Eurímaco le dijeron enfadados a Penélope que no habría tanto problema si se buscase un nuevo marido. En el ágora no le proporcionaron el barco a Telémaco para ir en busca de noticias sobre su padre Ulises, por lo que le pidió ayuda a Atenea, que en realidad, estaba disfrazada de Mentor.  Le consiguió prestado el barco y a una tripulación. Telémaco partió por la noche.

Canto III:
La siguiente mañana, Telémaco y Mentor llegaron a Pilos, pero el rey Néstor no sabía nada sobre Ulises. Les sugirió que fueran a Esparta a hablar con Menelao y además, impresionado de que estuviera escoltado por la diosa Atenea, hizo que su hijo Pisístrato le acompañara a Esparta.

Canto IV:
Telémaco y Pisístrato fueron recibidos por el rey Menelao y le contaron las experiencias de Odiseo en Troya. Telémaco consiguió partir y los pretendientes se enteraron, por lo que hicieron planes para matarlo, ya que así conseguirían el puesto como rey. Penélope se enteró de esto y estaba muy triste. Entonces, Atenea la calmó en un sueño.



Alba y Javier nos han expuesto los siguientes cantos:
Canto V:
Atenea insistía en ayudar a Ulises, así que Zeus, por medio de Hermes, le pidió a Calipso que lo liberase, y así lo hizo, además de ayudarle a construir una balsa. Después de navegar durante dieciocho días, Poseidón provocó una tormenta que destruyó la balsa, pero una ninfa marina le ayudó. Al final llegó a la costa de Esqueria, donde cayó dormido entre dos olivos.

Canto VI:
Nausícaa le pidió a su padre un carro con mulas para ir a lavar la ropa al río. Mientras ella y sus esclavas descansaban y jugaban a la pelota, Ulises se despertó y le pidió ayuda a la princesa. Nausícaa, impresionada por su forma de hablar, le dio alimento y ropas, y le dijo que la siguiera hacia la casa del rey. Ulises le pidió a Atenea que le acogiera y que le ayudara a regresar a su patria.
Canto VII:
Atenea, disfrazada de feacia, condujo a Ulises al palacio del rey. La reina Arete le pidió una explicación de cómo había llegado hasta allí. Ulises le relató su historia y cómo la princesa Nausícaa le había ayudado. El rey Alcínoo le ofreció la mano de su hija, pero él se empeñaba en regresar a su patria. Los feacios todavía no sabían que él era Ulises.

Canto VIII:

Ulises estaba en un festín con Alcínoo, cuando éste le retó junto con sus hombres a una competición. Entonces, les ganó a todos. Alcínoo invitó al  aedo Demódoco,  que cantó lo sucedido en Troya. Entonces Ulises se puso a llorar. Alcínoo le preguntó quién era y cuáles eran sus desventuras.


Nuestros cantos de la Odisea (IX, X, XI y XII)

Aquí están nuestras presentaciones de los cantos, que narran la historia que Ulises cuenta a Alcínoo, revelándole su verdadera identidad: desde que llegaron a Ismaro, hasta que Calipso tiene retenido a Ulises durante siete años:




Cantos XIII, XIV, XV y XVI

El otro día, Virginia y Nerea nos expusieron una divertida presentación sobre los siguientes cantos. Aquí va una introducción sobre los cantos:


Canto XIII
Al día siguiente, Alcínoo le dio los regalos a Ulises y se despidió de él. Los feacios le bajaron del barco y le dejaron en la playa. Cuando se despertó no reconocía su tierra. Atenea disfrazada de un joven pastor le explicó quién era ella, donde estaba y le ayudó a esconder los tesoros. Lo transformó en un mendigo para poder planear como deshacerse de los pretendientes de Penélope.
Canto XIV
Ulises fue a las pocilgas a buscar a Eumeo, de quien recibió información de cómo estaba la situación. Sin darse a conocer, Ulises disfrazado de mendigo, inventó la historia de que era de Creta y le dijo que Ulises iba a volver. Él durmió en las pocilgas, mientras que Eumeo se fue a dormir con los cerdos, al monte.

Canto XV
Mientras tanto, Atenea se le apareció en un sueño a Telémaco y le dijo que debía regresar a Ítaca, también le advirtió de que los pretendientes de su madre deseaban su muerte. Mientras Ulises y Eumeo se contaban historias, Telémaco estaba llegando a Ítaca siguiendo los consejos de Atenea y fue a la pocilga.

Canto XVI
Telémaco llegó con Eumeo y le pidió que avisase a su madre de su llegada. Cuando Eumeo se fue, Ulises se transformó en él mismo y le dijo a Telémaco que él era su padre. Sólo ellos dos sabían la verdad y planearon lo que iban a hacer para derrotar a los pretendientes. Penélope. Eumeo, cuando regresó a la pocilga, les informó de que había visto llegar un barco lleno de hombres.