miércoles, 6 de abril de 2011

El mercader de Venecia

El mercader de Venecia
La dama de Belmonte, Porcia, tenía tres cofres: uno de oro, otro de plata y otro de plomo. El hombre que abriera el cofre que tenía su retrato se casaría con ella. Bassanio, que estaba enamorado de Porcia fue quien abrió el cofre de plomo, el cual contenía el retrato. Porcia le dio un anillo como muestra de amor, y le hizo prometer a Bassanio que no se lo quitaría nunca. Bassanio le pidió dinero a su amigo Antonio que, comprometido a dárselo, se lo pidió al judío Shylock, que le odiaba. La condición que impuso el judío fue que si no le devolvía el dinero debía darle una libra de su propia carne. Antonio no pudo pagarlo porque sus barcos naufragaron, y fue por ello encarcelado. Su amigo Bassanio se enteró, y le dijo al judío que le daría el triple de la deuda, pero el judío seguía queriendo la libra de carne de Antonio. Porcia se presentó ante el tribunal disfrazada de abogada para liberar a Antonio, y otorgó a Shylock la libra de carne, 
pero le dijo que si derramaba una gota de sangre lo pagaría con su vida. Shylock desistió de su reclamo de la libra de carne y el Duque, que presidía el tribunal, terminó quitándole sus riquezas, y le dio la mitad a Antonio y la mitad al Estado. Antonio y Bassanio querían darle a la abogada, sin saber que era Porcia, tres mil ducados, pero no los aceptó y le pidió el anillo que le había regalado ella misma. Aunque al
principio Bassanio no quería, acabó por acceder y le dio el anillo a la “abogada”. Cuando llegaron a Belmonte (casa de Porcia) Porcia le mostró el anillo a Bassanio y le confesó toda la verdad.

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